El buen sexo, lo cambia todo.

De un tiempo para acá le doy prioridad a nuestra privacidad, dejo gran parte de las experiencias en el plano íntimo. No obstante, quiero compartirles algo que viví y que amerita que retome los relatos característicos de mi relación #cuckolding.

Conocí a Johann por X, me motivó porque desde el primer momento demostró conocer lo que buscamos, tal vez se tomó el trabajo de leernos, no lo digo en el sentido literal de leer un tuit o un blog, sino en el sentido figurado, cuando se leen los anhelos del otro. Por las incidencias del día a día, aplazamos muchas veces nuestra primera cita, sin embargo, siempre tuve fijada la conversación y reservé el primer lugar para cuando se diera la oportunidad.

Lo conocí hace pocos días, como es costumbre, en una cita sin pretensiones para charlar los tres. Johann es un hombre de 33 años, alto, delgado, con barba espesa, de ojos verdes y pelo abundante. Me pareció tranquilo, bohemio, y aunque un poco tímido fue un buen conversador… me inspiró confianza.

En nuestra segunda cita, tengo que reconocerle que, pese a su timidez (o “respetuoso” en sus propias palabras), transformó todo con el sexo, a tal punto que puso las cosas en su lugar, por eso mereció toda mi atención, especialmente porque de las cosas positivas que salen de estos encuentros, es que nos da la oportunidad de demostrarle, y demostrarnos, que estamos preparados para este estilo de vida, más allá de las fantasías.

Mi marido; patético, #cornudo, más servil que nunca; me asombra su comportamiento. Se nota que estaba esperando un momento como este para darlo todo. Nos preparó la cena y atendió a Johann como es debido. No espero menos de él, por el contrario, espero que se siga esforzando al máximo, porque seguramente los retos con el paso del tiempo serán mayores e impredecibles.

Para nuestro invitado solo cosas bonitas, lo mejor para Él. Fue un excelente amante, pero también es una buena persona, me generó la confianza suficiente para dar este paso que no había querido dar hace tiempo. Sus besos, inolvidables; al igual que su envolvente demencia. Las horas de sexo intenso que mi marido jamás podrá superar, me recordaron por qué somos una pareja #cuckolding. El tamaño de su verga me llevó con esmero a chuparla con devoción. Su autoridad me doblegó y con ello, logró poner nervioso al #cornudo, lo doblegó como quien no tiene más opción que aceptar con humildad y sumisión su inferioridad. Hizo todo lo que prometió en las largas charlas que tuvimos por X, y además, lo hizo bien.

Siempre las puertas abiertas de este hogar para este tipo de personas, para atenderlos como se merecen, porque cuando se tiene claro el rol, una #hotwife se debe convertir en defensora de su amante y no negarle nada, de tal forma que, quien deberá sentirse como invitado será mi propio marido #cornudo.

Por ahora, solo puedo decir que lo pasé increíble, como siempre lo digo, se puede disfrutar del camino mientras se llega a la meta.

Por encargo de Jhoan, con cariño, 

Andrea.