Para mi querido cómplice. Un compañero de aventuras.

Para mi querido cómplice. Un compañero de aventuras.

Una invitación al placer y la aventura

Te escribo estas líneas con una mezcla de emoción y deseo, con la intención de abrirte las puertas de un mundo que Daniel y yo hemos construido con cuidado, fantasía y una entrega absoluta. Mi nombre es Andrea, y estoy buscando algo más que un encuentro pasajero: busco un amante, un compañero de aventuras, alguien que se convierta en mi cómplice en esta danza de placer y conexión que es el poliamor. Y tú, con tu chispa y tu presencia, podrías ser ese alguien.

Daniel, el pilar que nos libera

No te voy a engañar: mi vida ya tiene un pilar importante. Daniel, mi esposo, es parte esencial de quien soy. Pero él no es el típico compañero que imaginas. Daniel ha abrazado su lugar con una devoción que me enciende: es un cornudo sumiso, un hombre que encuentra su alegría en verme florecer, en verme libre y plena junto a alguien más. Él no compite, no reclama; su placer está en servirnos, en ser testigo y apoyo de lo que tú y yo podamos crear juntos. Imagina un hombre que prepara el espacio para nosotros, que nos observa con admiración, que se deleita en cada suspiro que compartamos. Ese es Daniel.

Un lugar de honor en nuestra pasión

Lo que te ofrezco no es solo una relación conmigo, sino una experiencia compartida. Quiero que seas mi amante en el sentido más profundo: alguien con quien explorar la pasión, la risa, las charlas hasta la madrugada, y también los rincones más oscuros y ardientes de nuestros deseos. No busco llenar un vacío, porque mi vida ya está llena; busco sumar, expandir, encender una nueva llama que nos eleve a los tres de formas inesperadas. Tú tendrías un lugar especial, no como un intruso, sino como un invitado de honor en nuestra dinámica.

Libertad en lugar de celos

Sé que esto puede sonar diferente, incluso desafiante. Pero también es liberador. Aquí no hay celos que nos aten, solo acuerdos que nos dan alas. Daniel estará a nuestro servicio, atento a lo que necesitemos, siempre respetuoso de los límites que tracemos juntos. Y tú y yo… nosotros podremos construir algo único, algo que sea tan físico como emocional, tan intenso como ligero, según lo que el momento nos pida.

La chispa que podría encenderlo todo

Te invito a pensarlo, a imaginarte a mi lado, con Daniel como nuestro aliado silencioso. Si sientes que hay una chispa en ti que responde a estas palabras, si te intriga la idea de ser mi amante y formar parte de esta danza poliamorosa, entonces dame una señal. Hablemos, conozcámonos, dejemos que la química decida. Porque creo que juntos podríamos hacer algo extraordinario.

Con deseo,

Andrea

2 comentarios

  1. Santiago Franco

    Me tome el tiempo de ver tus deseos y
    Leer tus palabras y no pude evitar imaginarte… esa fuerza tranquila, ese fuego contenido detrás de cada frase. Lo que escribes no es una fantasía: es una invitación a sentir de verdad, a vivir sin miedo, y quiero decirte que lo acepto.
    No quiero observarte desde lejos. Quiero ser el hombre que despierte en ti ese impulso que no se explica, que te haga cerrar los ojos y perder la noción del tiempo. Quiero ser quien te provoque una sonrisa con solo mirarte, quien te robe el aliento con un beso, quien te haga olvidar todo lo que no somos cuando estamos juntos.
    No busco dominarte ni seguirte; quiero acompañarte, igualar tu fuego, hacerte temblar con palabras y con actos. Que cada encuentro sea un desafío, una rendición mutua donde solo existan tú, yo, y el deseo de más.
    No temo a tu intensidad —la deseo—. No huyo de tu libertad me atrae
    Si lo que buscas es un hombre que no titubee, que te mire de frente y te diga con voz firme:
    “Te quiero a ti, completa, sin condiciones, sin pausas y sin miedo”,
    entonces mírame, porque aquí estoy.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *